¿Por qué se usan las veladoras

(llamadas también votivas)?

Mons. Charles E. Pope

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Se conocen como velas votivas, y la gente las compra y las enciende para simbolizar sus oraciones o devoción. La vela continúa ardiendo durante algunas horas o días (dependiendo del tamaño) y, por lo tanto, señala la oración y el amor de la persona que la encendió, mucho después de que debe irse a trabajar a hacer la comida o atender los asuntos de la vida diaria. 

 

Bíblicamente, la raíz de esta práctica es la noción de un "holocausto". En el Antiguo Testamento, las cosas de valor (generalmente animales sacrificados) se quemaban y, por lo tanto, se ofrecían a Dios. El humo era un símbolo del sacrificio de alabanza que ascendía a Dios.

 

Los católicos que encienden velas están haciendo una ofrenda a Dios de oración y alabanza. El fuego de la vela simboliza el amor ardiente.

 

El consumo de la vela simboliza la oblación (ofrenda) de algo de valor para Dios: nuestro tiempo, nuestra alabanza, nuestros recursos, etc. La calidad persistente de la vela simboliza el hecho de que nuestras oraciones, alabanzas e inquietudes continúan en nuestro corazón incluso cuando debemos dejar la iglesia. La luz parpadeante también parece decir "Acuérdate de mí, Señor, recuerda mi oración y aquellos por quienes oro".

 

Las velas votivas eléctricas no muestran estos símbolos con tanta claridad, pero la idea sigue siendo la misma.

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